❥read with Maries.
El amor es, entonces, la búsqueda del otro porque sin el otro uno permanece como medio ser.❣
martes, 15 de diciembre de 2020
#Listadedeseos: Un reencuentro inesperado
domingo, 13 de diciembre de 2020
#Listadedeseos: Primera vez que Temari ve la nieve.
La pequeña Temari habría saltado de felicidad al ver los copos de nieve bajar del cielo desde su ventana, probablemente gritaria hasta que su hermano despertara o quizas buscaria a su padre para mostrarle la maravilla que habia descubierto, todo esto la lleno de tristeza al recordar aquella navidad, en la que penso haber visto su primera nevada.
La navidad rondaba por las calles de Suna entre problemas que una niña como Temari ignoraria, ella paseaba y su rostro se iluminaba con cada decoracion, ver las calles llenas de vida era algo nuevo para ella, por dos razones claro, nunca tenia permitido salir y apenas este año Suna estaba adaptando la celebracion extranjera a su propia cultura.
Temari espero sentada en la banca junto a la señora Tohru, quien cuidaba de ellos, aquella mañana su padre les permitió salir para ver los adornos en la ciudad, su hermano había ido a comprar unos dulces y regreso inclusive con otras cosas. - ¿Sabes quien mas llego a la ciudad?
- ¿Quien? - La rubia recibió la galleta con entusiasmo y al primer mordisco sonrio por tan increíble manjar.
- un señor regalador. - Kankuro salto de alegria mientras la señora los acompañaba de camino a casa. - Vive en la nieve y nos trae regalos.
- ¿la nieve? - Temari solo conocia Konoha, Kiri y Kumo... ¿donde quedaba la nieve? - ¿donde es?
- Eh... no lo se. - Su hermano sonrio avergonzado. - El señor solo dijo que es blanca y fría, cae del cielo y puedes jugar con ella.
- ¿En serio? - La chica salto entre su caminata, entusiasmada. - ¿La nieve también vendrá?
- ah... ¿Señora Tohru? - La mujer se giro para mirar a los niños, ambos no llegaban si quiera a su cintura, eran tan pequeños. - ¿vendra la nieve?
- No lo creo... - inmediatamente el rostro de los niños los inundo la tristeza. - Verán, si hace mucho calor la nieve se derretira y se volverá agua.
- ¿como el hielo? - pregunto la niña, la señora asintio. - Oh...
- No te preocupes hermana... segun puedes pedir regalos en una carta a un señor. - Kankuro le conto a su hermana. - El viene en una patineta halada por renos y los lleva a casa. - ambos continuaron su camino, la señora Tohru pensó lo divertida que estaria Karura de escuchar a los parlanchines.
-¿renos?- La pequeña Temari miro confundida a su hermano menor. - ¿que son?
- mm...- El niño busco dentro su cabeza y agregó. - Perros gigantes con cuernos. - su hermana lo miro aterrorizada. - ¿que?
- ¿crees que deberíamos darle nuestra dirección a un hombre así? - Ambos se miraron preocupados para luego soltar una carcajada.
- ¡Son regalos gratis, debemos aprovechar!
- Podríamos pedirle algo a Gaara. - le dijo con una sonrisa, Kankuro asintio entusiasmado. - le diré que haga una carta.
- aunque... el se porta mal. - Kankuro mordisqueo su galleta. - pero inténtalo, procura que papá no te descubra.
- Si. - cerro los ojos entusiasta, pensando que aquel señor desconocido podría ayudarla. ¿Podría pedirle una medicina para Gaara? Su hermano tenia muchos juguetes pero siempre lloraba porque no podía dormir, o se molestaba tanto que lastimaba a otros, su padre le dijo que era peligroso y estaba enfermo así que debia alejarse pero era divertido jugar con el y su arena, Gaara siempre estaba lanzándola por todos lados.
Al llegar a casa estuvieron cenando con su padre como todos los días, el se fue dejando a los niños en la sala rodeados de juguetes, Temari siempre anhelaba esta hora porque podia asomarse por su ventana y ver como su tío jugaba con su hermano, ella quería bajar y acompañarlos pero mirarlo sonreír le causaba gracia, a veces no estaba su hermano y estaban otros niños lo cual era incluso mas divertido. - ¿Ya se fue el tío?
- Si. - dijo mirando el cabello rojo de su hermano menor.
- Corramos. - ambos se apresuraron a bajar y contarle a su hermano el nuevo descubrimiento en la aldea, inclusive Kankuro se dio el gusto de inventar un poco más, como que el señor tenia alas y los renos ojos verdes, Gaara parecía tan entusiasmado por la nieve como por los regalos gratis, si el plan salia a la perfección harían sus cartas y se las entregarían al señor de las galletas quien era amigo de el regalador, rieron un rato hasta escuchar las voces de unos adultos, los recién llegados corrieron ignorando el llamado de su hermano menor, Kankuro y Temari no querían ser castigados, jugar con Gaara estaba prohibido.
Aquello la ponía tan triste, la hacía sentir mala y ahora tenia que portarse bien si quería regalos gratis, dejar a su hermano llorar era algo malo pero... ¿no era el peor?
De alguna forma su padre descubrió que se habian reunido con Gaara, el castigo duro algunos días en los cuales aprovecharon a gusto para hacer sus cartas, su padre no le haria feliz que aun estuviera pidiendo juguetes, penso Kankuro, los niños grandes no tenian juguetes, los niños grandes tenían que ser fuertes ninjas, Temari por el otro lado estaba mas preocupada de que ya el señor hubiese pasado por Suna sin leer sus cartas. - Hay que hacerlo rapido. - solto su hermano. - Papá no esta en casa... ¿por que no vas por la carta de Gaara?
- ¿ahora? - Temari nego. - es de noche... no podemos molestarlo.
- Debe ser ahora... mañana la señora Tohru ira a la ciudad. - Kankuro continuo dibujando su dragon, era su pedido para el señor, Temari habia optado por pedir otras cosas, entre ellas unos flores. - ve, ve...
- ¿porque no vas tu?
- ¿tienes miedo?
- no. - Ella solto, aunque su corazon latia con fuerza. - Tu eres el miedoso. - diciendo aquello le mostro su lengua con desprecio y salio de la habitacion.
Camino entre los pasillos oscuros y solitarios hasta llegar a aquella habitación que no había visto nunca, de ella en ocasiones salian gritos y gruñidos.- Hermana. - la voz de Gaara se escucho a su espalda, haciendola girar quitandole la oportunidad de acabar con la curiosidad - ¿Has venido a verme? - Gaara sonreia aunque aquello no fue lo que llamo su atencion, era la bola de cristal que el niño llevaba en sus manos, iluminaba aquel oscuro pasillo y la invitaba a acercarse. - Yo recibí mi regalo ¿y ustedes? - Temari abrio los ojos sorprendida, los celos desconocidos la invadieron y bajo su mentón desanimada. ¿Porque Gaara si había recibido regalos? ¿Cuando entrego su carta? ¡el se portaba muy mal! ¿Porque? - Le di mi carta al tío y me acaba de entregar esto. - Le ofrecio la bola de cristal a su hermana, ella la miró con recelo. - Es nieve, pedi nieve hermana. - Continuo ofreciendola con una sonrisa, Temari no queria tocarla, estaba tan molesta, no pudo entregar su carta, ella se habia portado mejor... ahora era el arrepentimiento quien la dominaba, quizás si no hubiese perdido el tiempo avisándole a Gaara aquella tarde habrian entregado sus cartas, al fin y al cabo ella también había pedido nieve y medicina para Gaara así que todos ganarían. - ¿no quieres ver la nieve? - Gaara la miro preocupado, movio la bola con entusiasmo y dentro de ella una lluvia de gotas blancas se movían de aqui para allá, Temari olvido todo lo que rondaba su cabeza y se acerco para mirarla mejor.
- ¿esto es la nieve? - Gaara asintio y ambos sonreían, la nieve era como un montón de espuma, brillos y helado, era en lo que podia pensar la pequeña, en aquella bola habia nieve para siempre, una que no se volvería agua. - ¡increíble!
- Si... ¿Quieres jugar? - el niño señalo su cuarto y aunque la curiosidad la mataba recordo que estaba sola con Gaara y aquello era peligroso.
- No. - solto. - Mejor vayamos a mostrarle a Kankuro. - Ella tomo la bola entre sus manos y corrio, Gaara la siguió entre risas. Los pasillos eran conocidos para los niños pero peligrosos debido a la noche, Temari no pudo evitar tropezar y caer haciendo que la bola en sus manos se volviera trizas, solto un grito al sentir una presión en su mano, Gaara no decia una palabra. - Duele...- dijo la niña antes de soltar el llanto.
Al cabo de segundos el pasillo se ilumino, Temari se encontro con la nieve bañada en un tinte rojizo, la nieve no estaba en la bola, ahora era agua y algo blanco en lo que estaba repleta... ¡oh no, habia derretido la nieve de Gaara!- ¡Señorita Temari! - dijo una señora, la niña la miro y le mostró sus manos, ambas llenas de sangre, al percatarse de aquello su llanto se incremento. - ¿que hiciste? - le grito la mujer al niño a sus espaldas. - ¿Has lastimado a tu hermana? ¿No te cansas de hacer daño? - Temari negaba pero no podía detener el llanto, sus manos le dolian mucho, quería que se fuera el dolor.
- ¿que pasa? - Rasa entro al lugar acompañado de Kankuro, el cual corrió a su hermana rogándole el perdon. El padre miro la escena a la que en segundos se unio Yashamaru. - Llevatelo. - la niña sintio una enorme culpa cuando entre llantos Gaara era obligado a apartarse de su preciado regalo, el cual intentaba recuperar sin éxito. - Mañana pasa por la oficina Yashamaru, tenemos que acabar con esto. - si Temari hubiese sabido que seria la última vez que vería asi de cerca a su tío, hubiese hablado, le hubiese explicado a su padre que todo había sido su culpa, que Gaara solo quería jugar, que ella había tropezado, pero quizás ni siquiera eso lo hubiese salvado.
...
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- Ah... - la rubia suspiro. - La nieve me pone triste.
- ¿como? - Shikamaru, quien miraba la primera nevada desde la oficina de el Hokage, la miro confundido. - ¿no era tu primera vez viendola?
Ella sonrio, entonces el recordaba aquello, que atento. - Lo es. - volvió a mirar al frente, donde la ventana se empañaba con cada respiración. - Pero creía haberla visto antes.
- ah... los de Suna y sus cosas. - Aquello le valió un empujón. - ya quiero ver tu cara cuando te lleve a una cascada. -otro empujón.
- Ya he visto una cascada tonto. - La rubia no pudo evitar defenderse de aquella propuesta, habia insistido tanto en que le acompañara aquella tarde y ahora entendía el porque, o algo asi, quizás solo quería mostrarle la nieve.
- Aw...- la voz de el hokage los hizo girar. - una pareja viendo la primera nevada del año... ¿quieren cumplir la leyenda?*
Shikamaru sonrio y se encogió de hombros, Kakashi solto una suave carcajada y continuo hacia su escritorio, aunque la chica no sabia a que se referían ambos, no quería sonar como tonta y preguntarlo, así que decidió ignorarlo. - ¿Háblamos de la misión? Por favor.- dijo la rubia.
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Temari se ahogaba en su almohada cuando descubrió, gracias al gran anuncio que tenia el hotel donde estaba, la famosa leyenda..."¡aprovecha nuestras ofertas, la primera nevada significa estar por siempre con esa persona especial! ¿que tal si es en nuestro hotel?" Definitivamente la próxima vez que viera la nieve vendría otro recuerdo a su cabeza.
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*Nota: Tomo como referencia la leyenda coreana, se dice que si vez la primera nevada con esa persona especial, el amor perdura para toda la vida.
viernes, 11 de diciembre de 2020
#Listadedeseos: Amigo secreto. /STHA
miércoles, 28 de octubre de 2020
03/10 - Jadeo. (IzumoxShima)
POSIBLE SPOILER DE AO NO EXORCIST.
lleve esto un poco mas al estilo humano, pero es similar a lo que pasa en el manga.
Shima sostuvo el cuerpo jadeante de la chica, la sangre roja resbalaba por sus dedos haciendo énfasis en las arrugas de la palma, donde se depositaba para crear una apariencia tenebrosa... pero no habia nada mas tenebroso que la muerte y la desesperación en su rostro era la prueba de aquello. - Lo... siento. - Dijo antes de tragar saliva y evitar el nudo en la garganta. - Izumo...
El plan había sido exitoso, o en parte, ya que no se le fue ordenado asesinarla pero al mirarla respirar con tanta dificultad sabia que ese momento estaba cerca.
- Ah...- Ella se quejo por el dolor punzante en su pecho sangriento, el chico sintió un alivio, quizás porque estaba viva y no estaría en problemas, o simplemente porque estaba viva. - ...por...- La chica frunció el ceño con dolor y negó. - Siempre... es igual.
Shima miro en otra dirección. - Todos tenemos un propósito Izumo... el tuyo es este y el mío es entregarte, no lo tomes personal. - Ella sonrió a medias mientras el muchacho se ponía de pie y entre quejidos la cargaba. - ¡Me la llevo! - le grito a su compañero.
-Agh... - la chica se quejo. - morire...
-No. - Dijo Shima.
- Morire... - repitio. - Y el ultimo recuerdo feliz que tuve fue pensar que vendrías a salvarme. - hizo un esfuerzo por terminar la oración, como consecuencia su nariz y boca expulsaron sangre y una tos seca lo empeoro.
Shima le miro preocupado y era inútil negar que la situación de espía ni se le pasaba por la mente, Izumo no lucia bien y estaba comenzando a entender que en realidad podía morir. - Resiste.
- ¿Resistir? ¿para que? - La muchacha jadeaba mientras intentaba tocar la herida en su pecho, Shima por otra parte había dejado de moverse. - Me prometieron una cosa y no la cumplieron... si vivo o muero, mi hermana seguirá en peligro mientras ustedes exis-.
- Cállate. - le dijo el chico, aunque en vano porque la muchacha de todas formas no podía, el dolor incrementaba y con ello el temor del chico. - Vas a arruinar mis planes.
- Si...- Ella dijo con una voz áspera. - Si hay oportunidad de que viva es ahora. - Shima retrocedió y la dejo caer cuando sintió el peso de la chica venir hacia el, aunque de alguna forma Izumo logro caer sobre sus piernas, forcejo hasta lograr apartarla pero una presión y dolor en su pierna derecha le impedía moverse. - Supongo que me gustabas. - le dijo con lagrimas en sus ojos. - Que idiota.
- ¡Deja de moverte! - grito el chico. - ¡Morirás! - con la ultima palabra su voz se quebró, la chica soltó un quejido antes de lanzarse sobre el y clavar la astilla en su pectoral derecho. - ¡AGH!- el chico soltó un grito de dolor que luego fue sustituido por jadeos, los cuales se iban volviendo débiles con cada segundo.
- Si... sobrevives...- ella le dijo mientras se apoyaba de la estaca y su cuerpo reposaba sobre el cuerpo de el chico, el ni siquiera le miraba, probablemente estaba muerto. - No vuelvas a aceptar una... misión, así. - mas tos seca, sangre y jadeos, que terminaron el rostro de la chica perdiendo firmeza, dejándose caer sobre el pecho ensangrentado que una vez se pregunto si seria suyo.
02/10 - Periodistas. (YuixHinata)
- Sonría joven... Sera la portada por ese Home run. - No, no... otra vez, había prohibido esto en la entrevista. - ¡Por aquí! - Hinata se puso de pie pero el flash logro alcanzarlo antes de que pudiera darse la vuelta; lo mismo de siempre una vez mas, un pequeño mareo que lo hacia tambalear y perder la visión, visión que se veia ocupada por aquellas piernas con mallas negras recorriendo su mente, los pasos de la mujer sincronizaban con los latidos que podía sentir en su oído todo aquello finalizaba con la voz de la mujer, un susurro que en aquel vacío silencio se escuchaba como un grito.
- No dejes que se desmaye. - alguien soltó.
- Es tarde. - Dijo alguien mas, Hinata aunque incapaz de ponerse de pie o siquiera dar una respuesta podía escucharles. - Llévate a el periodista.
- Sacare a todos, no quiero mas incidentes. - Los periodistas escucharon el comunicado para entonces dejar la habitación entre quejas, Hinata intento con todas sus fuerzas negar pero fue ignorado, en este momento le hubiese gustado responder mas preguntas, ser participativo, el medio al fin estaba aceptándolo junto a sus logros. - Los periodistas pueden ser bastante inoportunos.
- Haremos otra entrevista... ¿Deberíamos ir al hospital? - El chico entreabrió los ojos y ambos agentes se miraron preocupados. - ¿Estas bien?
- Su piel esta palida... llamare una ambulancia.
Hinata negaba aunque nadie le prestaba atención y su visión aun era borrosa, los latidos se intensificaban y podía sentirlos resonar en sus oídos, eran pesados y claros, al cabo de minutos o quizás segundos pudo tomar asiento pero todo el esfuerzo que le había tomado fue en vano, un equipo de paramédicos entro y lo subió a una camilla dura y fría.
Con el ruido y movimiento confirmo que se encontraba dentro de la ambulancia.
- ¿Esta bien? - Dijo la voz de un hombre.
- Lo esta... según lo que me dice puede ser un episodio como efecto de algún trauma.
- Sufrió un accidente hace unos años... lo atropellaron. - Dijo su agente.
- Debe ser eso. - El hombre aclaro su garganta. - Como enfermeros podemos recomendarle a algún especialista pero no es nuestro deber, solo nos ocuparemos de revisar su estado de salud físico.
Hinata intento sentarse pero la mano de una mujer lo detuvo. - No. - le dijo y sintió un escalofrió. - Descansa. - se obligo a cerrar los ojos aun cuando su cuerpo se sentía alterado y débil, no había caso en luchar por ser parte de la conversación, el camino al hospital era corto y serian los exámenes de siempre.
A mitad de la noche Hinata camino con cuidado por los pasillos del hospital, al parecer la anemia había regresado y con ello las alucinaciones, o quizás estas ultimas debido a tantas medicinas en los últimos años, sus pasos eran pesados, estaba harto de lo mismo, nunca podía disfrutar de la victoria como el resto de los chicos del equipo.
- ¡Home run señoras y señores, cada día que pasa no dejan de sorprendernos estos novatos!
- ¡Así es... Hideki Hinata resulto ser un chico bastante talentoso... ¿Qué nos tendrá preparado para esta tempor-! - El televisor resonaba en aquella pequeña sala de espera y solo una chica era quien disfrutaba de la repetición del partido de ayer, en el que el equipo de Hinata salió victorioso. El chico sonrió, habían dicho su nombre en televisión.
- Fue... - el chico aclaro su garganta. - todo un desafío. - Si la chica era un fan no había nada de malo en saludarla, un autógrafo o quizás una fotografía.
La silla de la chica giro automáticamente, revelando un cuerpo pequeño y delgado, un rostro familiar y una sonrisa. - ¿Encontrarme? Pero si ni siquiera salgo de aquí.
- Yui... - Hinata sonrió, sintiendo como su corazón daba un vuelco. - No te reconocí sin tus mallas. - fue todo lo que se le ocurrió decir antes de acercarse.
-
Dueños de las sombras.
-¡Lleve los protectores para los espantos, se llevan niños... ! - La voz de un hombre llamo la atencion en la tienda, comenzo a contar una historia justo en el momento en el que la mesera dejo unos cubiertos en la mesa. - Cualquiera que llegue a la ciudad de Konoha escuchara esta terrible historia, de como sombras espeluznantes vienen por ti en la noche de Brujas y te arrastran hacia el bosque donde se apoderan de tu voluntad...
- La comida llegara pronto. - dijo la chica.
- ¡Lleve los protectores para los espantos... mi hermano sobrevivio gracias a esto, una noche el clan...- la chica tomo el menu y comenzo a leer.
- Temari...- este año toda su familia estaba visitando al amigo de su padre Orochimaru en la Hoja, o Konoha como la conocian los libros de historia, despues de dejar sus maletas en casa decidieron pasear por la feria de Halloween de la aldea encontrandose con un ambiente muy diferente al de su pueblo. - Me estan mareando tantas luces y niños corriendo... ademas el olor del asado - La voz de su hermano sono debil haciendo que su madre se preocupara. - Creo que voy a vomitar.
- ¡Ay Kankuro! - Temari se quejo, el chico siempre tenia un problema con todo. - Aguanta un poco, nos van a servir el platillo en minutos.
- No seas asi con tu hermano. - Su madre le reclamo. - Mejor acompañalo al baño...
-¿Yo? - La muchacha se quejo y miro en direccion a su hermano menor, quien estaba claramente metido en su videojuego. - Gaara... ve tu.
-No.
- Gaara esta ocupado Temari. - Su padre solto. - Ve con tu hermano, eres la mayor.
A regañadientes Temari tomo el brazo de Kankuro y lo hizo ponerse de pie, antes de dejar el restaurante improvisado en plena calle, consulto con una de las meseras donde se encontraba el baño. - Oh cariño. - dijo la mujer con una sonrisa. - llega hasta a la tienda de recuerdos, cruza a la izquierda y encontraras los baños públicos.- ¿Publicos? seguro portatiles, llenos y sucios, ademas de mucha gente en espera, su hermano terminaria llorando.
- Kankuro iremos a otro lugar. - Temari le solto.
- ¿Que? - el chico cubrio su boca. - Aqui viene.
- Espera. - La rubia dijo irritada, el lugar estaba repleto ¿a donde podia llevarle? - Oiga tenga cuidado. -Por culpa de la multitud casi caia sobre un niño que se quejo con su roce. - Kankuro...
Al girarse se encontro con su hermano, estaba palido y lo unico que retenia aquel desastre eran unas temblorosas manos... Temari preocupada arrastro a su hermano por toda la feria hasta llegar a un gran y oscuro callejon, el cual lucia algo tenebroso, aunque no como los de peliculas, este al menos tenia salida hacia un bosque cercado. - ¡Me traes a un callejon asqueroso!
- ¡Solo vomita lloron! - La chica se quejo sin dejar de mirar aquella salida, era un bosque claro ¿porque cercarian un bosque? ... - Apresurate... creo que puede haber osos en ese bosque. - Lo miro nuevamente aunque esta vez un escalofrio recorrio su espalda, apenas y podia mirar entre tanta penumbra, por supuesto por que estaba oscuro pero la luz de la noche era suficiente clara para dejarle saber que habia alguien tras esas rejas. - ¡Apresurate!
- ¡no puedo vomitar si me estas mirando! - Temari retrocedio, ella no estaba mirando a su hermano pero sabia que aquella figura lo hacia. - ¡No me toques!
- Kankuro vamos. - La chica tomo por el brazo a su hermano pero este se desvanecio entre sus dedos. - ... ¿Que?
- No me toques, no me toques, no me to...- las palabras de su hermano se repitieron en su cabeza, Temari sintio como algo se apoyaba en su hombro derecho, retrocedio chocando con un cubo de basura, el ruido hizo un eco en el oscuro callejon, nadie parecia saber de el pues frente suyo estaba la calle principal pero no habia rastros de algun festival o alguna persona, no ahora.
-Kankuro. - llamo a su hermano pero no obtuvo respuesta, Temari se puso de pie y sin pensarlo dos veces se dispuso a salir de ahi, en su pecho su corazon le confirmaba temor y desesperacion... ¿Que estaba pasando? - Kan...- antes de finalizar aquella palabra una sombra se poso frente suyo, Temari detuvo la respiracion y , aunque sabia no era buena idea, retrocedio, mas como un instinto. Su mandibula se movia insegura... ¿Deberia gritar? la sombra se hacia cada vez mas grande haciendola sentir diminuta entre tanta oscuridad. - Kankuro. - repitio, aunque algo dentro de ella le decia que seria en vano.
- Hace mucho que no estas con el. - Un susurro aparecio en su oreja y con el el tacto en su hombro, pero al girarse por temor lo unico que encontro fue la cerca de aquel bosque que la obligaba, mas que invitarla, a entrar en el.
- No. - La rubia nego y cerro los ojos, lo que sea que estuviera alli era parte de su imaginacion, ella estaba con Kankuro en la feria, no, ella estaba con su familia en el restaurante, no... probablemente era un sueño, si, ella se habia dormido en el auto, solo tenia que despertar, solo...- Despierta Temari.
- ¿Temari? - La chica abrio los ojos y al seguir la voz se encontro con la oscuridad del bosque, grito tan fuerte y retrocedio, habia algo ahi, algo la miraba desde lo oscuro, algo desconocido y peligroso, podia sentir su presencia, podia sentir otra recorriendola, y quizas miles mirandola. - No te asustes... no te haremos nada.
- Despierta. - se repitio y aunque lo deseaba esta vez no cerro los ojos, pero si evito mirar hacia la penumbra frente suyo, era una sensacion pesada y podia sentirlo, aun si los ojos de aquello desconocido no existian a la vista, estaban ahi. - Despierta. - tenia que ser un sueño... si no era asi ¿que seria de ella? trato de mirar hacia su derecha pero aun sentia la presencia de frente, la sombra no desaparecia y continuaba sintiendo el roce de otras, podia sentir como si los ojos de aquello la siguieran, la miraran de arriba hacia abajo en espera de cualquier descuido. - Luz. - dijo aquello en voz tan baja, la calle a sus espaldas tenia luz... mucha luz, lo supo al descubrir su propia sombra marcada con mas exactitud en unas de las paredes, ahora tenian luz. - ¿Me dejaras? - repitio la voz, Temari le ignoro e intento escapar.- ¿estas segura? La oscuridad podria ser tu amiga. - le ignoro y con inseguridad miro nuevamente hacia su derecha. - Muevete. - Se dijo a si misma, pero sus piernas dudaron y el miedo regreso, la chica temia mirar hacia atras, hacia la calle, solo porque si no habia salida y debia mirar al frente estaria esperandola algo tenebroso frente suyo, algo como un demonio con dientes que la tragaria o unas garras que la arrastrarian. - ¡JAJAJA! - Una risa resono en su cabeza tan fuerte que cubrio sus oidos y por instinto cerro sus ojos, se escucharon pasos nuevamente pero estos mucho mas cerca.
- Kankuro. - dijo aun con los ojos cerrados, sintiendo como algo frio acariciaba sus piernas, los ojos de la rubia se llenaron de lagrimas, ¿moriria? - Kankuro. - abrio los ojos y en efecto el rostro palido y manchado de una figura estaba frente suyo, la dejo sin habla y con el corazon a punto de abandonar su pecho, no tenia labios pero si unos dientes blancos y una sonrisa alegre, sus ojos negros estaban cubiertos por unas ojeras cansadas y todo aquello se encontraba bajo un cabello lacio y oscuro, los dedos negros y largos simulaban una sombra que con cuidado acariciaba la pared.
- Te lo dije... en la oscuridad es dificil atraparte. - la sombra atrapo algo de la pared, justo en ese instante Temari sintio su cuello ocupado por algo frio, le apretaba con fuerza y le impedia respirar. Le costo entender que aquello habia tomado su sombra y que ella solo le habia ayudado al intentar huir de la oscuridad. - Shikamaru, hazlo...
La chica perdio el conocimiento, lo ultimo que paso por su mente fue aquella leyenda a la que apenas habia prestado atencion en el paseo de aquella noche... " Los espantos... hay un clan..."
Temari abrio los ojos, encontrarse entre tanta luz ahora era agotador para su vista, estudio la habitación y se dio cuenta que se encontraba en una sala de hospital. - Cariño. - su madre la abrazo, Temari se encontraba confundida, ¿lo había soñado? - no - dijo alguien en su cabeza, la chica se sobresalto haciendo que su madre la mirara preocupada. Esta voz era diferente a aquella espeluznante de el callejón, era juvenil y menos tenebrosa. La rubia sonrio a medias.
- ¿que paso?
- Ah... - su madre carraspeo. - alguien cayó sobre ti en la feria haciéndote afixiar, un chico pudo ayudarte, tu hermano te perdió entre la multitud. - Si algo asi...- dijo la voz dentro de ella.
- Ah...- ella asintio. - Ya lo recuerdo. - Contar lo que pensaba y estaba segura había ocurrido no era una buena idea, probablemente la dejarían en el hospital toda la vida si lo hacia.
Las últimas noches en Konoha fueron una pesadilla, apenas y podía dormir porque aquella voz la atormentaba, no era muy conversadora pero le encantaba quejarse, Temari evitaba responderle pues terminarían llamándole loca, aunque en ocasiones era inevitable, sentía que quería golpearlo.
Las madrugadas eran más pesadas, podia sentir su presencia en cualquier esquina oscura de la habitación, si cerraba sus ojos era como mirarle directamente a los de el, a veces podia encontrarse con una sombra moviéndose de aqui para allá recordandole que no estaba sola, que siempre estaba alguien mirándole.- Cuando te vayas...- dijo la última noche. - Sera muy difícil hablarte Temari... ¿vendrás a verme? - repitio aquello tantas veces que la chica le respondió con un rotundo "no", deseando que amaneciera para descansar un poco. - Volverás... somos uno.
La muchacha no entendía de que iba todo aquello, ¿estaba poseida? No lo creía, ella tenia total independencia sobre si misma, no estaba herida ni se encontraba loca, lo sabia... entonces ¿que habían tomado? No fue hasta la mañana antes de regresar a su pueblo que lo descubrió, se encontraba mirando hacia el parque frente a la calle, chicos de su edad jugaban fútbol, el sol estaba iluminando toda la ciudad y con ello cada ser proyectaba una sombra en el suelo, a excepción de ella, la habia perdido. - Si, es mía. - Temari sintio un escalofrío, cualquiera que lo descubriese la lanzaría a una hoguera por bruja.
- Bien... no queda nada más que agradecerte. - Dijo su padre haciendo que la burbuja de pensamientos de Temari explotara. - La pasamos increíble a pesar de los inconvenientes.
- Esta bien, pueden venir cuando deseen...- Todos comenzaron a moverse en dirección al auto, Kankuro saludaba alegremente a uno de los chicos que jugaba en el parque.
- Ahi esta el chico que ayudo a Temari. - Dijo su hermano, la rubia aun se encontraba perturbada, miraba de vez en cuando hacia sus pies pero aun no estaba, no había sombra alguna... ¿le habían quitado su alma o algo así? Imagino una cantidad de escenarios en los que tendría a este demonio en su cabeza y se quemaría en el infierno, el temor estaba en cada pensamiento, se sentía un fenómeno al no encontrarse con sombra como el resto.
- Llámalo... debemos agradecerle. - Karura le pidió a su hija que buscara un recuerdo en el auto pero Temari comenzo a sentirse pesada, como si cada paso que diera fuera imposible de lograr, como si ahora algo la estuviera manipulando, se sentía atada y rogo por una explicación a su consciencia pero la respuesta fue demasiado clara, tanto que la busco entre su familia...
- Oh... ¿ese es tu nombre? Shikamaru, es uno bonito. - Karura tocaba el hombro de el muchacho, era alto y delgado, cabello lacio y largo y dedos largos que agradecian los halagos con un movimiento despreocupado.
- Gracias. - la voz de el chico era tan similar, asusto a Temari tanto que retrocedio y esta vez pudo moverse sin problema alguno.
- Temari, es Shikamaru. - su madre la miró. - Busca el... - Karura se preocupo al encontrar a su hija tan palida. - ¿Temari?
Habia escuchado ese nombre también en el callejón... ¿este chico existia? ¿Porque ya no le respondia? ¿Habia dejado su cabeza? ¿Que era? ¿La salvo? ¿La condeno? Se sintió algo mareada al punto de perder el equilibrio, pero las manos delgadas de el muchacho la sostuvieron, Temari las encontro nostálgicas y familiares. - ¿Estas bien? - Si, definitivamente era su voz. - ¿mm? - el sonrio a medias en espera de una respuesta pero para Temari era imposible gesticular palabra alguna. - No te preocupes... te la prestare hasta que vuelvas. - susurro o quizás lo escucho en su cabeza, no estaba segura pues se encontraba tan confundida, el temor se abrazaba con un afecto desconocido, uno que la hacía querer quedarse entre sus brazos, el movio su cabeza en direccion a la izquierda como si señalara algo, para entonces soltarla con delicadeza y regresar a su antiguo lugar...
- Ay gracias. - Karura sonrio. - debe estar aun algo aturdida... ¿vives por aq- Temari miro a su izquierda donde el habia señalado hace algunos segundos, no había nada solo la calle, el suelo y... ¡ahí estaba! se encontro con su sombra reflejada en el auto de su padre, ahogó un grito y bajo el rostro... iba a perder la cabeza. ¿que clase de ser era el? ¿Estaba en peligro? ¿porque dijo "prestar"? ¿Le habían robado su sombra? ¿Para que? ¿Cual era el punto?
- Adiós. - el muchacho se despidió luego de recibir unos dulces por parte de Karura, Temari aun apoyada en el auto, aturdida y confundida comenzo a sentirse vacía y una tristeza la invadió, con cada paso que veía dar a la espalda de el chico sus ojos se llenaban más de lagrimas, la chica se sintió estúpida, nunca lloraría frente a su familia o desconocidos, ni siquiera en plena calle, algo estaba mal, esa no era ella, Temari no era de emocionarse tan fácil y mucho menos por alguien que no conocía... acaso el...
-Temari... cariño... - Su madre la abrazo mientras lagrimas caían de un rostro palido y fuera de lugar, aunque estaba confundida lo unico que pasaba por su cabeza era que debia quedarse en la Hoja, o solo una parte de ella, afortunadamente la otra parte estaba cuerda aun y gritaba por ayuda al darse cuenta que ya no era suya, estaria deambulando prestada, ya no se pertenecía y regresaría allí no por propia voluntad pues esta última no la había elegido ella, estaba en manos de Shikamaru.
FIN.
one shot para el reto de terror de la página Shikatema Hojas de Arena. PALABRA USADA: OSCURIDAD Y SOMBRAS.